miércoles, 31 de diciembre de 2014

CUÁNTOS BORGES HAY (HABÍA) FINALMENTE?




CUÁNTOS BORGES HAY (HABÍA) FINALMENTE?

He estado releyendo “El Hacedor”. Publicada hace mas de 50 años,  es sin embargo una obra muy representativa del autor. Pero lo más curioso es el corto pero sustancioso relato “Borges y yo”. Solo dos páginas bastaron para decir algo insólito: Que no había un Borges sino dos, o quizás más.  A lo mejor tendremos que hablar de cuatro Borges.


1) BORGES-PERSONA:

Pocos lo conocieron. Su madre, algunos compañeros de estudios en Ginebra, otros  de los que se creyeron sus amigos. Pero sobre todo, María Kodama, quizás, durante el final de su vida. Ese Borges no nos interesa. Ya no buscamos como en el pasado, explicaciones sobre la obra de los escritores, hurgando en los dogmas del psicoanálisis o en las motivaciones políticas. Hamlet es Hamlet y punto. Qué pasaba por la cabeza de Shakespeare cuando lo escribió, es irrelevante.  El Quijote es un héroe literario casi sin par. Si Cervantes lo escribió de día o de noche, rico o pobre, sereno o angustiado, frustrado o satisfecho, es algo que solo le interesa a los aprendices de psicoanalista.  Para los creadores, lo que importa es el relato extraordinario, los diversos niveles de lectura, los cuentos y novelas  dentro de la Novela, los personajes, los diálogos, la relación entre fantasía y narración.  Por eso, Jorge Luis Borges-persona, o Borges opinando sobre futbol o sobre política, no es relevante. Lo que nos interesa  es su temática profunda, su visión prodigiosa de lo humano y del destino paradójico, la precisión y ahorro del lenguaje, el extraordinario manejo de los adjetivos y la sintaxis, los diversos niveles de lectura, las "cajas chinas", las diversas realidades... Todas, son características de un segundo Borges, el autor, el creador.


2) BORGES-AUTOR:

No nació con Jorge Luis Borges Acevedo.  Yo siempre he dicho que en el edificio donde vivió con su familia cuando era estudiante de Bachillerato, no puede ponerse una placa que diga “Aquí vivió el escritor J.L Borges”, porque ello sería una mentira. Cuando allí vivió, no era escritor, y a lo mejor no se le había pasado por la mente que lo sería.  Ello explica su afirmación en “El Hacedor” (“Borges y yo”): “…de Borges tengo noticias por el correo y veo su nombre en una terna de profesores o en un diccionario biográfico”. Ese Borges-escritor, ese Borges-autor, es uno de los que nos interesa, pero no es el único. Porque hay más.


3) BORGES-NARRADOR:

En muchos de los relatos de Borges-escritor, encontramos un narrador muy particular. En primera persona, personalísimo, casi tanto como el que se encuentra en la poesía. No sucede con todos los relatos en primera persona: No podría decirse que Borges es el traidor de la “cicatriz rencorosa” o el aventurero del puñal en el arrabal, o el hombre pensado-por-otro al que nadie ve desembarcar “en la unánime noche”. 

Sin embargo, en algunos de los relatos de Borges-escritor, el narrador parece ser un ectoplasma, otro yo que es él mismo, un Borges-narrador, creado por el Borges-Escritor, con o sin permiso del Borges-persona.  A lo mejor se expresa alguien con quien Borges-escritor no siempre se siente representado. Es este uno de los misterios de la creación literaria, como saben todos los escritores.  No manejamos a los personajes, ni a los narradores (o no siempre). A veces es como si adquirieran vida propia, como si hablaran y actuaran por sí mismos.

Pero el asunto no para allí, porque encontramos otro Borges, creado quizás como un acto intencional del Borges-Autor.


4) BORGES-PERSONAJE:

Algunos pueden pensar que la vanidad de Borges-escritor era infinita, y que por eso decidió crear un personaje: Borges (así,  a secas), para inmortalizarse en su obra. Una especie de meta-ficción en primera persona.   Otros, sostienen  que el hecho tenía un propósito mnemotécnico: que el lector fuera recordando cada vez, aún sin darse cuenta, que Borges era una palabra, un nombre, un acto de creación y un creador. Ese marketing sería hoy duramente criticado a cualquier autor contemporáneo. Por qué se lo admitimos a Borges-escritor, sin que nos parezca reprochable? Así nacen los mitos, volviendo normal lo misterioso. 


Como se ve, no hay un solo Borges. A mi me interesa el segundo (el Escritor), con su profundidad, su maestría y su prodigioso sentido de las paradojas; y un poco el tercero (el Narrador), con su lenguaje y su capacidad para sintetizar historias.


El primero (la persona), dejémoslo para los no escritores y los chismes de diván, de viejo café o de asamblea  política.  Y el cuarto (el personaje), no logró ser nunca un personaje famoso y nítido como Aquiles, Ulises, El Quijote, Macbeth, Rashkolnikov  o Aureliano Buendía. Una curiosidad, pues, y nada más, en la historia de la literatura.