No es el instrumento de escritura lo esencial. Lo único importante es que el escritor (la escritora) necesita un espacio y un tiempo personales, un “rincón” (a sheltered place = a nook) , abierto o cerrado, privado o público, que le permita crear. Algunos podrán hacerlo en el tráfago cotidiano; Virginia Woolf pedía con angustia un “cuarto propio”. Lo importante es que sea un rincón donde podamos concentrarnos por un tiempo. Ese “rincón”, ese espacio y ese tiempo reales o figurados, son esenciales, tanto como la pluma o el instrumento de trabajo.
Por otra parte, la pluma nos recuerda el comienzo y lo esencial de la escritura. El nook, en los comienzos del siglo XXI, nos dice que la comunicación con los lectores puede adquirir formas variadas: el folletín, el libro, las imágenes, la palabra cambiante, los medios electrónicos de plataforma abierta...